Eduardo Galeano es uno de los escritores uruguayos más prestigiosos de su generación. Su obra ha sido traducida a muchísimos idiomas y su humor incisivo y característico ha servido para mostrar en otros lugares del mundo un mapa de la realidad latinoamericana de los años setenta.
Eduardo Galeano nació en Uruguay el 3 de septiembre de 1940 y falleció en el mismo país, el 13 de abril de 2015. Su vocación literaria se combinó con el dibujo. Comenzó creando caricaturas políticas en «El Sol», un semanario socialista uruguayo, donde publicaba bajo la firma Gius. Tenía catorce años y se iniciaba en una marcha que no cesaría jamás: vendría después el exilio, durante la dictadura militar, que lo llevaría primero a Argentina y poco más tarde a España. Por el camino fundaría diversos espacios de difusión literaria y política, como el semanario «Marcha» en Uruguay y «Crisis», en Argentina. Años más tarde, regresaría a Uruguay y fundaría «El Chanchito», una editorial que adquirió en poco tiempo una cierta importancia en el continente.
Algunos de los temas reincidentes en la obra de Galeano son la expropiación del capital latinoamericano (tanto de parte de los primeros colonizadores como de las multinacionales en las últimas décadas), la falta de una identidad sólida en países como Uruguay y Argentina, y los aspectos políticos de la vida de Latinoamérica. Asimismo se ha ocupado del delicado tema de la lucha armada y las relaciones de poder que se dan entre la izquierda y la derecha para imponer su voluntad, dándole una cierta importancia a la militancia de izquierdas surgida en la comunidad burguesa. Sus obras más interesantes, en las que se puede extraer una exacta radiografía de la realidad latinoamericana, son: «La canción de nosotros» (Premio Casa de las Américas, en 1975) y «Días y noches de amor y de guerra» (Premio Casa de las Américas, en 1978).
La mirada de Galeano, sin embargo, se caracteriza por ver la vida y la luz en medio de la muerte. Así en «Días y noches de amor y de guerra» relata la sordidez de un mundo devastado por la violencia y la guerra, las desapariciones y la injusticia, pero en medio de toda esa realidad lapidaria hay luz, hay amor, hay pequeños acontecimientos que ayudan a los personajes a resistir y a aferrarse a la vida y a la alegría, por pequeñísima que resulte. Por otro lado, Galeano se apoya en una escritura desenfadada y totalmente lejana a la autocompasión y el victimismo, lo que le otorga a la lectura un mayor disfrute, porque nos permite adoptar una postura y una emoción propia, sin dejarnos llevar por las emociones que el propio autor sintió cuando escribió la historia.
Pero sin duda una de las obras más famosas de Galeano, que le ha valido una gran fama a nivel internacional es su trilogía «Memoria del fuego» que se encuentra compuesta por «Los nacimientos», «Las caras y las máscaras» y «El siglo del viento», publicadas entre 1982 y 1986 y que se detienen sobre la identidad latinoamericana, permitiendo un acercamiento a la naturaleza mixta y a la fusión cultural como rasgo distintivo de todos los países que conformamos esta región.
En esta trilogía Galeano revisa la historia del continente desde la llegada de los colonizadores hasta bien avanzado el siglo XX. Entre las cosas más interesantes cabe señalar su estructura; difícilmente podríamos decir de ella que contiene tres novelas porque el trabajo de escritura que hace en ellas Galeano es delicado y apuesta por lo híbrido: entre lo poético, lo ensayístico y lo ficcional, Galeano reconstruye la historia, apoyándose en documentos oficiales (que transcribe) y en ciertos recursos literarios que nos permiten confirmar que se trata de un autor ineludible, lleno de matices y con un manejo del lenguaje inigualable.
Dicho todo esto sólo resta agregar que leer a Galeano es una magnífica forma de acercarse a la historia latinoamericana desde una visión esperanzadora y constructiva.