A Fernando Sorrentino se le conoce sobre todo por sus fructíferos estudios sobre literatura argentina y española, a los que ha dedicado gran parte de su vida (y de su obra); no obstante, también ha desarrollado una carrera como novelista y colaborado como periodista en diversos medios de comunicación. Su interés por lo grotesco y por borronear la frontera entre realidad y ficción parecen los puntos en torno a los cuales se construye su trabajo.
Sorrentino nació en Buenos Aires el 8 de noviembre 1942 y es para muchos uno de los estudiosos más instruido en torno a la vida y obra de personajes de especial relevancia como Jorge Luis Borges, Mariano José de Larra y José Hernández. Sobre ellos ha escrito varios ensayos, así como también ha dedicado gran parte de su obra a reflexionar en torno a la escritura y el vasto universo de las letras. Además ha sido periodista en los medios argentinos La Nación, Clarín y Proa, entre otros de importante prestigio.
El género que principalmente ha sabido cultivar Sorrentino es el cuento y los ha escrito tanto para adultos, como podemos apreciar en los libros «El mejor de los mundos posibles» o «El rigor de las desdichas», como para niños, entre cuyos títulos encontramos «El Mentiroso entre guapos y compadritos» y «La venganza del muerto». Siguiendo en el territorio de la narrativa, también ha publicado una novela titulada «Sanitarios centenarios». En todas ellas se nota una determinación creativa por hablar sobre lo que no aparece en escena, una característica muy propia, por otro lado, de la literatura argentina y que Sorrentino ha sabido explorar con precisión.
Pero algunas de las obras que le han dado más renombre son sus entrevistas entre las que se destacan dos libros exquisitos sobre Borges y Bioy Casares, en los que ha reunido extensas conversaciones que mantuvo con ellos de una forma ordenada y clara. Podemos encontrarlos con los nombres «Siete conversaciones con Jorge Luis Borges» y «Siete conversaciones con Adolfo Bioy Casares», publicados en los años 1974 y 1992, respectivamente. La particularidad de estas entrevistas es que se desarrollaron a lo largo de siete tardes. En ellas Sorrentino es políticamente incorrecto, y hace preguntas por momentos dolorosas y hasta insolentes, lo que ha permitido una fluidez en la conversación que va desde la incomodidad hasta la ironía y el humor. Este libro nos permite conocer a estos dos escritores en sus contradicciones, su amabilidad y su parquedad.
Decía que Sorrentino ha cultivado con buen tino y precisión tanto el cuento y la novela. En ambos géneros, notamos elementos en común que nos hablan de una redondez de la obra de este autor. Su capacidad para mezclar realismo y ficción, rozando por momentos los límites de la exageración, le ha permitido dar vida a obras complejas e interesantes. Otra cualidad de su narrativa es su excelente precisión a la hora de marcar un giro rotundo en el hilo, lo que como lectores nos desconcierta y nos obliga a continuar leyéndolo.
La verdadera pasión de Sorrentino es la lectura; él mismo asegura que disfruta muchísimo leyendo lo que escriben otros y que escribe muy poco; y agrega que no tiene demasiada bibliografía que presentar. No obstante, sabemos que esto no es del todo cierto. Si bien no podría entrar en una terna por el autor más prolífico, ha publicado obras contundentes y necesarias como «En defensa propia» o «Cuentos del mentiroso» que le convierten en una figura importante de la literatura argentina. Su pluma es directa y se encuentra bañada de humor, lo que aumenta su valor como artista. Y si a esto le sumamos esa fusión entre ficción y fantasía que consigue amalgamar con tan buen gusto, podríamos decir que tenemos ante nosotros a un autor ineludible para cualquier lector apasionado de las buenas lecturas.